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¿Conoces las Nuevas Ventanas Inteligentes?

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«En segundos se puede activar una tecnología que mediante reacciones químicas y físicas, hacen que el vidrio de la ventana se vuelva opaco». Todo ello forma parte de la Construcción Sostenible.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han desarrollado una nueva técnica que permite reducir los costes de las ventanas, convirtiéndolas en unas ventanas inteligentes. Con las que se puede controlar la cantidad de luz que pasa a través del cristal.

Actualmente, ya existen algunas tecnologías para controlar la cantidad de luz que entra por las ventanas, a través de vidrios conductores o la utilización de cristal líquido.

Sin embargo, la nueva técnica patentada por el CSIC emplea delgadas películas de material altamente poroso como recubrimiento.

Mediante la exposición al aire húmedo o seco de estas películas, cambian su transmisión óptica, consiguiendo una conmutación entre un estado transparente y uno opaco.

«Los materiales utilizados son de bajo coste». Producir un metro cuadrado de otros modelos cuesta ahora mismo miles de euros, mientras que este modelo del CSIC sólo cuesta varios céntimos de euro.

Esto provocará que se puedan fabricar ventanas inteligentes a un precio razonable.

 

Aplicación de estas Ventanas Inteligentes

Las aplicaciones son numerosas, ya que se pueden usar sobre superficies flexibles, planas, curvas, de cristal o poliméricas, lo que permite utilizar este vidrio en diferentes tipos de ventanas, paneles divisorios de habitáculos, lucernarios o puertas.

Además, protegen frente a la radiación solar y pueden ser utilizadas como elemento de decoración y protección de la privacidad del interior de la vivienda.

Como en la actualidad, existen numerosos edificios cuyas fachadas son de vidrio, esta técnica permitiría reducir el consumo energético del mismo, sin suponer una inversión importante.

Estas ventanas inteligentes también contribuyen a aumentar la Eficiencia Energética de las viviendas, optimizando los recursos energéticos, reduciendo la carga de aire acondicionado en verano y de calefacción en invierno.

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