Evolución de las Emisiones de Gases Nocivos en España

Con motivo del final del primer período de desarrollo del Protocolo de Kioto en 2012, WWF ha publicado un informe que recoge la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que ha tenido España desde 1990 hasta dicho año, observando el cumplimiento de los objetivos establecidos en el acuerdo. En este informe se detalla las principales causas de los cambios en el volumen de emisiones y sus consecuencias, así como una serie de recomendaciones para volver al camino de la sostenibilidad y las bajas emisiones.

El Protocolo de Kioto se proponía, para todo el período 1990-2012 mantener un nivel de emisiones no superior al 15% más del que ya se estaba emitiendo. Sin embargo, en la gráfica se observa cómo a partir del año 1998 se supera este límite, incrementándose en los años siguientes hasta un máximo del 149% con respecto al año base. El período de descenso del volumen de emisiones coincide con los años de crisis económica, donde se puede ver que las emisiones decrecen progresivamente, hasta su menor valor, en 2012.

Así, España sigue siendo uno de los países industrializados donde más han aumentado las emisiones desde 1990, a pesar del descenso experimentado por la crisis. El Objetivo 20-20-20 propone reducir para 2020 la emisión de GEI de los sectores difusos (más info en el artículo»Publicada en el BOE la ley 3R») en un 10% respecto a 2005, límite muy poco ambicioso para WWF, quienes apuntan que ésto significa aumentar las emisiones actuales.

Por tanto, WWF propone una serie de actuaciones para transformar nuestro país en un lugar eficiente y sostenible. Entre estas medidas se encuentran la aprobación del autoconsumo energético con balance neto (más info en el artículo «¿En qué consiste el autoconsumo con balance neto?»), la realización de un plan concreto de rehabilitación y modernización energética de los edificios existentes, que se comprometa a reducir el consumo energético en un 80% para 2050, e incluso la implementación de un impuesto a las emisiones de CO2 en los edificios, aplicado a quienes más emitan, que iría a parar a su vez a un fondo para la impulsión de la rehabilitación energética.

Desde Inarquia creemos en estas medidas para reducir definitivamente el consumo energético y por tanto ver recortadas nuestras facturas.