Proyecto Luces Para Aprender

En Iberoamérica, se estima que hay más de 66.000 escuelas sin acceso a energía eléctrica. La mayoría de ellas se encuentran ubicadas en zonas rurales y desfavorecidas donde el acceso a la red eléctrica presenta enormes dificultades por sus altos costos de instalación, suministro y distribución. Sus alumnos y alumnas forman parte de los cerca de 1.400 millones de personas en todo el mundo, una de cada cinco, que no disponen de electricidad.

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), a través de su programa Luces para aprender, pretende facilitar a estos centros en el plazo de tres años (2012-2014) acceso a electricidad, mediante el uso de energías renovables.

Al mismo tiempo, Luces para aprender pretende incorporar las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a la enseñanza, y poner fin al aislamiento de las comunidades rurales que desde hace muchos años han quedado rezagadas de los avances tecnológicos.

El coste aproximado del sistema por cada escuela ronda los 4.800 dólares, aunque varía de un país a otro. Para su financiación se cuenta con los aportes de los gobiernos de la región, ministerios de Educación, Energía y/o Comunicaciones y TIC, así como de empresas privadas con presencia en Iberoamérica.

Los poblados se encuentran a distancias que abarcan entre los treinta minutos y las veinticinco horas en barca o en coche. Caminos y ríos que hay que recorrer para trasladar el material para colocar las instalaciones solares. Una vez allí los técnicos buscan el lugar más apropiado teniendo en cuenta la posición del sol y las crecidas de los ríos.

Con estos sistemas se intenta llevar a todos los lugares del mapa el material necesario para que en cualquier escuela haya iluminación y al menos un ordenador con Internet, de manera que la actividad no cese cuando lo haga la luz del sol.