El edificio 'Príncipe' de Donostia se ha convertido en uno de los primeros edificios históricos que cuentan con aislamiento térmico. Su situación, en plena esquina de la calle Aldamar con el Paseo Nuevo, ha contribuido a un desgaste importante debido a los continuos temporales y el salitre del mar. Ahora, tras la rehabilitación del edificio, presenta una nueva cara más saludable.