¿Qué Es y Cómo Se Mide la Eficiencia Energética en Edificios?

A pesar de la importancia que ha cobrado en nuestro tiempo, aún hay gente que desconoce el concepto de eficiencia energética. ¿Qué es exactamente? ¿Hablamos de ahorro energético? ¿Cómo se mide? A continuación te damos las respuestas que buscas.
En los últimos años se ha apreciado un incremento en la concienciación de los individuos de cara a un consumo energético más responsable. Numerosas acciones se han convertido en costumbres de los consumidores: desde comprobar las etiquetas de certificado energético de los electrodomésticos antes de su compra, hasta seguir pautas de ahorro en su posterior uso, pasando por instalar bombillas de bajo consumo y el control de los hábitos diarios.
Un uso energético responsable por parte del usuario en su vida diaria resulta clave en la lucha contra el cambio climático y la disminución de gases de efecto invernadero. Pero esta labor medioambiental comienza mucho antes de que los habitantes entren a la vivienda.
De acuerdo con el PNUMA (Programa Medioambiental de las Naciones Unidas), el sector de la construcción es responsable de un 40% del gasto energético global. Además, se le atribuye el 30% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En 2012 se emitió una directiva desde el Parlamento y Consejo europeos con el objetivo de promover el ahorro energético en construcciones y procesos de producción.
De entre las medidas contenidas, una trataba el diseño, la construcción y la gestión de edificios con el fin de hacerlos más energéticamente eficientes, naciendo el concepto de los nZEB (Nearly Zero Energy Buildings) o ECCN (edificios de consumo casi nulo), los cuales ya hemos tratado previamente en Inarquia, hablando del Proyecto Entranze.
Pero, ¿a qué nos referimos exactamente al hablar sobre la eficiencia energética de los edificios?
¿Qué es la Eficiencia Energética en Edificios?

El concepto de “eficiencia energética” se refiere a la práctica que busca la reducción del consumo de energía en la obtención de bienes y servicios diarios. Se persigue la mejora de la relación entre energía consumida y productos y servicios finales, sin renunciar a la calidad de vida acostumbrada.
Aplicándolo al terreno de los edificios, se trata de optimizar los procesos de desarrollo y consumo de energía de los mismos. Esto se consigue basando su construcción en principios como la reducción de demanda energética, aumento de la eficiencia y uso de energías renovables. Un perfecto ejemplo de ello es el estándar PassivHaus.
Así, la aplicación del concepto de “eficiencia energética” en la edificación se convierten en un eje clave en la lucha contra el cambio climático. Pero, ¿cómo sabemos si un edificio es eficiente en términos energéticos?
¿Cómo se mide la Eficiencia Energética en un Edificio?

Un edificio eficiente no tiene por qué ser nuevo, también se puede someter a un proceso de renovación a una construcción más antigua. Sin embargo, todos han de pasar por la misma evaluación a la hora de conocer su grado de eficiencia.
Para saber si una construcción cumple o no con los estándares de eficiencia, se debe calcular la energía consumida anualmente en condiciones normales. Estas condiciones son tanto climáticas, como de uso y ocupación, para satisfacer la demanda energética del edificio.
En este cálculo se considerarán aquellos servicios usados regularmente para mantener las condiciones de confort térmico y lumínico del edificio. Se trata principalmente de la ventilación, la calefacción, la refrigeración, la iluminación y la obtención de agua caliente sanitaria.
¿Cuáles son los Indicadores de Eficiencia Energética?

Para el cálculo de los valores finales, se considerarán dos indicadores energéticos principales que medirán la variación de consumos unitarios energéticos en el tiempo.
Por un lado se considera el consumo anual de energía primaria no renovable, expresado en kilovatios hora por metro cuadrado de superficie útil del edificio (kwH/m² año).
Por otro, las emisiones anuales de CO2 expresadas en kilogramos de dióxido de carbono por metro cuadrado de superficie útil (CO2/m² año).
De acuerdo a estos datos obtenidos, el edificio en cuestión obtendrá un certificado energético que indicará su puntuación dentro de una escala de siete letras, pudiendo ir de la A a la G.
Cabe destacar que en los certificados de los edificios destinados a viviendas, los intervalos de eficiencia correspondientes a cada letra serán diferentes respecto a los que puedan cumplir una función comercial, por ejemplo.
Desde 2012, este certificado es un documento oficial obligatorio para toda vivienda en venta o alquiler, convirtiéndolo en un trámite muy demandado. Para solicitar un certificado de eficiencia energética, el propietario del edificio habrá de acudir a un técnico competente o a una empresa de servicios energéticos.
Cómo interpretar el Certificado Energético de un edificio

El certificado que proporcionará el profesional responsable contendrá diversos datos. Entre ellos se hallará la identificación del edificio y sus características energéticas. También incluirá la normativa de eficiencia aplicada en el momento de su construcción y el procedimiento seguido para la calificación, con sus correspondientes pruebas e inspecciones, sin olvidar el resultado de la misma. Todos estos datos se verán plasmados en la etiqueta energética.
Como se ha mencionado, en esta etiqueta vendrá indicada la puntuación de eficiencia del edificio dentro de una escala de calificación energética con niveles determinados por letras, de la A a la G.
Un edificio que puntúe con una A será considerado extremadamente eficiente (ECCN), consumiendo hasta un 90% menos de energía que aquellos que obtengan una G, el menor nivel posible. Un edificio de clase B consumirá un 70% de energía menos y uno de clase C, un 35%.
En España la media de calificación se sitúa en la E, de manera que obtener una D supondrá hallarse ligeramente por encima de lo habitual. Una A, una B o una C indicarán que un edificio es bastante eficiente, mientras que recibir una F o una G denotará un elevado gasto energético, causado por malas condiciones de construcción e instalaciones de aislamiento y calefacción mejorables.
Si bien es obligatorio tener el certificado, no existe una letra mínima exigida por Ley, tratándose de un documento con fines exclusivamente informativos.
A pesar de no tener por qué realizar ningún tipo de reforma, se ha de considerar que los edificios que obtengan una G tendrán asociados mayores gastos económicos en aspectos energéticos, doblando las cifras monetarias de que los que califiquen en la media española.
¿Cuál es el precio del Certificado de Eficiencia Energética?
No existe una tabla de precios concreta para la obtención del documento, ya que dependerá principalmente de la empresa que se escoja para realizar el trabajo.
A esto habrá que sumar el importe de la tasa a pagar en el organismo autonómico correspondiente para registrar el certificado. También se suelen considerar otros factores como la localización o los metros cuadrados.
En cualquier caso, el pago recaerá sobre el dueño del inmueble.