¿Caldera de Gas o Bomba de Calor? Comparación.

Cada vez más tenemos mayor preocupación por mejorar el rendimiento y la eficiencia energética de nuestros sistemas de calefacción, y además, reducir los efectos nocivos para el medio ambiente que causan los combustibles fósiles. Es por ello, que los sistemas de aerotermia, o comúnmente conocidos como bombas de calor, están ganando terreno a las tradicionales calderas de gas.
En términos generales, podríamos decir, que la bomba de calor es un sistema mejor que la caldera de gas. Pero dependiendo de las circunstancias quizás surjan dudas y es por ello por lo que queremos hacer un repaso a las características, bondades y desventajas que pueden tener estos dos sistemas de calefacción.
Consumo energético y medioambiental
En cuanto al consumo energético, los problemas de salud y medioambientales, esta claro que la bomba de calor no repercute en la calidad del aire que respiramos, desde el punto de vista de su ubicación, ya que no emite gases. Las calderas de gas funcionan por combustión y generan unos humos que expulsamos al exterior de nuestras viviendas, en fachadas o tejados. Y aunque, hay una normativa estricta en cuanto a las distancias de dichas chimeneas hasta las ventanas más próximas, siempre hay peligro de respirar aires en cierto grado contaminados.
Otra cosa a tener en cuenta es de donde provenga la electricidad que necesitamos para que la bomba de calor funcione. Y es por ello, que al unir este sistema de calefacción con unas placas de energía solar fotovoltaica nos aseguramos que todo el proceso sea totalmente limpio.
Instalación
Bien es cierto que las calderas de gas para calefacción son fácilmente instalables en cualquier esquina de la nuestra cocina, siempre cerca del exterior por la chimenea de humos. Mientras que la bomba de calor necesita estar en el exterior, lo que en algunas ocasiones es difícil, por no disponer de un balcón o galería, o cuando los ayuntamientos prohíben la instalación de estos equipos en fachadas.
Rendimiento y eficiencia energética
En cuanto al rendimiento total de cada uno de estos, la bomba de calor y la caldera de gas, es importante saber que la caldera de gas, al ser un sistema de combustión, siempre tiene un rendimiento menor, ya que parte del calor que se genera con la combustión del gas, natural, butano o propano, se escapa a la atmosfera con el humo. Idealmente todo ese calor lo debería capturar el agua que usamos para nuestro suelo radiante o radiadores, o la que usamos en la ducha o para lavar. Pero desgraciadamente parte de ese calor se pierde.
En cambio, una bomba de calor tiene un rendimiento mayor, pudiendo llegar a generar hasta 4 kW de calor, por cada 1 kW de electricidad que consume. Lo que la hace un equipo de calefacción muy eficiente. Y además tiene otra gran ventaja sobre la caldera de gas, y es que la bomba de calor puede trabajar en modo invierno, generando agua caliente, pero también puede trabajar en verano, produciendo agua fría. De esta forma podemos aprovechar una instalación para todo el año.
En verano, podemos aprovechar la bomba de calor con el mismo suelo radiante, preparado para funcionar en modo refrescamiento, o con fancoils, que son como equipos de aire acondicionado, por los que pasa el agua fría y refresca el aire de nuestras viviendas. De esta forma estamos aprovechando una instalación para todo el año. Mientras que la caldera de gas junto con los radiadores o el suelo radiante, solo la podemos aprovechar en invierno. Por lo que no necesitamos otro sistema para el verano, y el ahorro en unos pocos años nos compensa el mayor coste de la bomba de calor.
Seguridad
Aunque a lo largo del tiempo se ha ido mejorando el rendimiento y la seguridad de las calderas de gas, si es cierto que generalmente ha ido ligado a las diferentes restricciones normativas establecidas por ley. Primero se implantaron las calderas estancas, para evitar el consumo del aire de la cocina, y que en ocasiones causaba accidentes por asfixia de los usuarios. Luego con la tecnología de condensación, para aprovechar el calor residual que se escapa con el humo de la combustión. También con la detección de la temperatura de entrada y la modulación de la combustión para aprovechar mejor el calor generado, etc.
Por ello en este aspecto, parece que la bomba de calor gana posiciones si lo que queremos es tener en casa un sistema total de fácil instalación, mantenimiento y con consumo y eficiencia de alto nivel.
Pero como casa vivienda es diferente, tanto por su construcción, como por las personas que en ella habitan, nuestro consejo es siempre contar con la experiencia de un instalador profesional y homologado, que nos dará la mejor opción para nuestro caso particular.