La Solución más Versátil para el Aislamiento en Proyectos Industrializados

En la actualidad, y con la presencia de una exigencia energética y regulatoria en el sector de la Arquitectura y la Construcción, el aislamiento térmico ha pasado de ser una opción a convertirse en un componente esencial en la edificación eficiente.
Ya sea en viviendas residenciales, oficinas o entornos industriales, la correcta elección del sistema de aislamiento incide directamente en el consumo energético, el confort térmico y la sostenibilidad del inmueble.
Entre las múltiples opciones del mercado, la espuma de poliuretano proyectado se ha consolidado como una de las soluciones más versátiles y eficaces, especialmente en edificios residenciales y de oficinas. Y es que, en zonas urbanas con climas extremos como la Comunidad de Madrid, la elección del material y la técnica de aplicación es fundamental.
Para quienes buscan especialistas en el sector, existen empresas con larga experiencia en aislamientos en Madrid, que ofrecen soluciones adaptadas a los requisitos normativos y las condiciones climáticas locales.
Evolución del aislamiento en la edificación: del pasado al presente
Durante las décadas de 1980 y 1990, el aislamiento en viviendas y edificios en España estaba centrado principalmente en cumplir con unos requisitos mínimos de habitabilidad.
Se empleaban materiales como lana de vidrio o poliestireno expandido (EPS), con espesores reducidos y escaso control de puentes térmicos. La eficiencia energética no era aún un vector prioritario, y el aislamiento se concebía más como un extra que como una necesidad técnica.
En contraste, la edificación actual, especialmente desde la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (CTE) y sus sucesivas actualizaciones (especialmente la de 2019 y las ampliaciones hasta 2024), exige niveles mucho más altos de aislamiento térmico. Este cambio responde a un marco normativo más estricto, asi como tambien a los compromisos europeos como el Green Deal o el paquete «Fit for 55», que establecen objetivos ambiciosos de descarbonización y eficiencia energética.
Las soluciones contemporáneas, como la espuma de poliuretano proyectado, pueden alcanzar resistencias térmicas elevadas con menores espesores, además, reducen de manera importante las pérdidas energéticas en envolventes térmicas, mejoran la hermeticidad y permiten cumplir con los estándares Passivhaus o NZEB (Edificios de Consumo Casi Nulo).
Una empresa referente en el sector del aislamiento
Con más de dos décadas de experiencia en el mercado español, Aistercom se ha posicionado como una empresa de referencia en aislamiento y revestimientos a nivel nacional, ofreciendo soluciones integrales tanto para el sector residencial como para el industrial. Desde proyectos de obra nueva hasta rehabilitaciones energéticas, destaca por su compromiso con la calidad, la sostenibilidad y el cumplimiento normativo.
Ya sea en la mejora de la envolvente térmica de una vivienda o en el diseño de un sistema de aislamiento industrial en una planta energética, esta empresa, cuenta con la capacidad técnica, los recursos humanos y la experiencia para ofrecer resultados fiables y eficientes. Si estás buscando una empresa de poliuretano proyectado con garantías técnicas y cumplimiento normativo, su equipo especializado es una elección sólida.
Fuente : aistercom.com
Espuma de poliuretano proyectado: Eficiencia y polivalencia
Uno de los aspectos técnicos más relevantes de este material es su elevada conductividad térmica, que oscila entre los 0,020 y 0,028 W/m·K, dependiendo de la densidad y formulación. Esto permite lograr altos niveles de aislamiento con espesores más reducidos que otros materiales tradicionales.
Además, su capacidad para adherirse directamente sobre cualquier tipo de superficie (ladrillo, hormigón, madera, metal) elimina juntas y fisuras, lo que evita puentes térmicos y mejora notablemente la eficiencia global del sistema.
La aplicación mediante proyección in situ es el método más habitual empleado por las empresas especializadas, debido a su rapidez, adaptabilidad y capacidad de cubrir geometrías complejas sin cortes ni uniones.
Este procedimiento consiste en la mezcla de dos componentes (poliol e isocianato) que, al proyectarse, generan una reacción química que produce una espuma rígida de células cerradas, con excelente comportamiento térmico y durabilidad.
En edificios residenciales y de oficinas, la espuma proyectada se utiliza tanto en cubiertas como en fachadas y suelos, permitiendo una intervención integral en la envolvente del edificio. Además, su uso está avalado por documentos de idoneidad técnica (DIT) y fichas de declaración ambiental (EPD), garantizando su conformidad con normativas europeas.
El aislamiento industrial: Otras soluciones especializadas
A diferencia de los edificios residenciales u oficinas, el aislamiento industrial está condicionado por variables como la temperatura de operación, la seguridad, la resistencia al fuego y la necesidad de mantener procesos productivos estables. En este entorno, las soluciones deben adaptarse a condiciones mucho más exigentes, como los aislamientos en caliente o en frío extremo.
Por ejemplo, para instalaciones que operan a temperaturas elevadas (como calderas, hornos o tuberías de vapor), se requieren materiales resistentes a temperaturas superiores a 600 ºC, como lanas minerales o mantas cerámicas. En cambio, para sistemas de refrigeración industrial o almacenamiento criogénico, los materiales deben garantizar mínimas pérdidas térmicas y evitar condensaciones, utilizando soluciones específicas para aislamiento industrial en frío.
En estos casos, las aplicaciones y los materiales se diseñan a medida según el proceso industrial, y la elección de cada componente debe tener en cuenta aspectos técnicos rigurosos como la resistencia térmica, higroscopicidad, estabilidad mecánica y durabilidad.
Diferencias entre el aislamiento residencial y el industrial
Aunque ambos tipos de aislamiento buscan mejorar la eficiencia térmica, sus aplicaciones, normativas y materiales son muy distintos. En el sector residencial, el objetivo principal es la mejora del confort, el ahorro energético y el cumplimiento del CTE, mientras que en la industria se priorizan la eficiencia de procesos, la protección de los equipos y la seguridad operativa.
Mientras en las viviendas el foco está puesto en materiales como el poliuretano proyectado, el poliestireno extruido o las lanas minerales, en el entorno industrial se integran soluciones como revestimientos multicapa, barreras térmicas, recubrimientos ignífugos y sistemas desmontables que permitan el mantenimiento de los equipos.
De esta manera, vemos como el aislamiento térmico ha evolucionado desde una solución pasiva a convertirse en un elemento activo del diseño energético de los edificios.
Materiales como la espuma de poliuretano proyectado y técnicas avanzadas como la proyección in situ han mejorado los estandares en eficiencia, sostenibilidad y confort.
En paralelo, el sector industrial sigue demandando soluciones técnicas de alta especialización, adaptadas a entornos operativos complejos. En ambos casos, contar con empresas líderes es fundamental para garantizar un resultado profesional y adaptado a los nuevos desafíos del sector.
Fuente portada: aistercom.com