Construcción Industrializada en España: el Desarrollo de Viviendas Impresas en 3D

La primera experiencia pionera en Valencia
Aunque se habla de proyectos recientes en Valencia y Andalucía, la primera vivienda impresa en 3D en España se construyó en 2018 en Valencia, gracias a la startup Be More 3D en colaboración con la Universitat Politècnica de València (UPV). Este prototipo de 24 m² sirvió como prueba tecnológica para validar materiales, procesos y diseños arquitectónicos adaptados al clima mediterráneo. Desde entonces, se han impulsado nuevos proyectos que buscan aplicar esta tecnología en viviendas sostenibles y rápidas de ejecutar.
Respondiendo a retos de tiempo y sostenibilidad
La impresión 3D permite acortar significativamente los plazos de construcción, reducir costes y optimizar el uso de materiales. Para los profesionales del sector industrializado, representa una herramienta capaz de atender necesidades de vivienda social, refugios temporales o proyectos piloto, sin comprometer criterios de sostenibilidad. La rapidez de ejecución y la eficiencia de recursos son los principales atractivos frente a los métodos convencionales de construcción.
Proyectos recientes en la Comunidad Valenciana y Andalucía
El prototipo de Valencia de 2018 consistió en una vivienda de 24 m² con salón-comedor, dormitorio y baño, cuya estructura básica se imprimió en unas 12 horas. Aunque todavía no existen datos públicos completos sobre viviendas terminadas en 24 horas en Andalucía, sí se sabe que se están desarrollando iniciativas para experimentar con la impresión 3D en distintas tipologías de vivienda, siguiendo la tendencia global hacia métodos constructivos más sostenibles.
Tecnología y materiales empleados
Las impresoras utilizadas, como la de Be More 3D, tienen dimensiones aproximadas de 6 m de ancho por 3 m de alto y permiten construcción in situ. La técnica se basa en la extrusión de hormigón con aditivos especiales que asegura un fraguado rápido y resistencia estructural adecuada. Se imprimen muros exteriores y particiones interiores; los techos, instalaciones y acabados aún se ejecutan con métodos tradicionales.
Fuente: El País
Dimensiones y flexibilidad de las viviendas
Los prototipos en España han tenido entre 24 y 70 m², adecuados para viviendas piloto, unifamiliares o refugios temporales. La impresora es modulable y puede adaptarse a terrenos de distintos tamaños y configuraciones, aunque la integración de instalaciones y cubiertas limita la extensión de cada proyecto.
Reducción de costes y eficiencia constructiva
El uso de impresión 3D puede reducir hasta un 35 % los costes respecto a la construcción convencional, gracias a menor consumo de materiales y reducción de plazos. Además, la generación de residuos se minimiza, la logística se simplifica y se optimiza el transporte de materiales, lo que repercute positivamente en la sostenibilidad de la obra.
Retos y oportunidades para el sector
Entre las oportunidades se encuentra la construcción rápida de viviendas sociales o de emergencia, así como la posibilidad de explorar diseños arquitectónicos más flexibles. Los principales retos siguen siendo normativos: España no cuenta aún con un marco técnico específico para viviendas impresas en 3D, y la integración completa de instalaciones y acabados requiere soluciones complementarias.
Perspectiva futura de la impresión 3D en España
El desarrollo de proyectos en Valencia y Andalucía demuestra que la impresión 3D comienza a consolidarse como parte de la construcción industrializada. Aunque no reemplazará completamente los métodos tradicionales, ofrece un complemento valioso para viviendas sostenibles, rápidas y eficientes, y abre nuevas posibilidades para arquitectos, ingenieros y empresas constructoras en el país.
Fuente portada: Iproup