¿Cuál es el mejor material para aislar una casa?

Una buena instalación aislante contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas. No sólo porque proporciona un mayor control térmico y, en consecuencia, una mayor confortabilidad, o espacios libres de contaminación acústica. También, porque repercute positivamente a nivel económico reduciendo el consumo de recursos energéticos y, en consecuencia, sus gastos asociados.
A la hora de llevar a cabo una reforma para mejorar el aislamiento de una vivienda, la elección del material puede generar ciertas dudas. En el mercado podemos encontrar una amplia diversidad de opciones para mejorar el aislamiento térmico paredes y, si no contamos con los suficientes conocimientos, podemos llegar a sentirnos perdidos.
A continuación, repasamos las mejores alternativas. ¡Toma nota!
Lana Mineral
A pesar de que su precio puede ser ligeramente superior a otras alternativas, la lana mineral es el material que proporciona una mayor resistencia térmica. Además, al poseer una excelente flexibilidad, se convierte en un aislante acústico perfecto. Una de las marcas más populares es Supafil.
Supafil es un material aislante termoacústico de lana mineral virgen que se instala en la cámara de aire de paredes y techos evitando que entre el frío en la vivienda y que el calor de la calefacción se pierda. La lana mineral supafil está compuesta en 70% de vidrio reciclado y un 30% de arena.
A diferencia de lo que ocurre con otros aislantes, no contiene ningún tipo de ligante por lo que es totalmente ecológica, ignífuga y resistente a la humedad. Supafil es un aislante para toda la vida.
No requiere mantenimiento, se instala por inyección en pocas horas y sin ensuciar, por lo que es una de formas de aislamiento térmico sin obra más prácticas. ¿Quieres saber si las paredes de tu casa tienen cámaras de aire? Puedes descubrirlo fácilmente siguiendo estos tres sencillos consejos:
– Si el año de construcción de la vivienda es anterior a 1979 lo más probable es que las paredes de tu casa tengan cámaras de aire.
– Acerca la mano a los enchufes o al hueco de la tira de la persiana. Si notas que entra aire, eso significa que cuentas con cámara de aire, pero no el aislamiento necesario.
– Golpea la pared desde el marco de la ventana hacia el frente, si el sonido que escuchas es hueco, eso significa que cuentas con cámara de aire donde instalar el aislamiento de lana mineral Supafil.
Espuma aislante
Otra de las variedades es el poliuretano termoestable. Se trata de una espuma que cuenta con altas capacidades aislantes a nivel térmico.
Su proceso de instalación es sencillo y rápido, aunque lo más aconsejable es que sea llevado a cabo por equipo profesional especializado.
No obstante, una incorrecta aplicación descuidada puede hacer que el aislamiento sea ineficaz, y que una célula abierta sin sellar pueda absorber la humedad, haciendo que el aislante se pudra o filtre.
Además, la espuma de poliuretano emite humos tóxicos si se quema, produciendo gases de efecto invernadero que tienen efectos nocivos sobre el ambiente.
En este sentido, es un material muy sensible a los rayos ultravioleta de la luz solar. Ante una continua exposición directa, va perdiendo sus propiedades, volviéndose muy frágil y desprendiéndose en pequeños pedazos.
Poliestireno expandido
Pertenece al grupo de los polímeros termoplásticos, es decir, de aquellos materiales que presentan un cuerpo esponjoso con altas cualidades aislantes a nivel térmico.
Una de sus principales ventajas es su ligereza que, no obstante, no merma su resistencia. El poliestireno expandido actúa como una sólida barrera capaz de amortiguar impactos.
Su maleabilidad, y su alta adaptabilidad se suman a un proceso de instalación sencillo. Sin embargo, se caracteriza por un menor aislamiento acústico respecto al resto de materiales previamente mencionados.
La densidad de un material es clave para su comportamiento ante el ruido aéreo. Al ser el poliestireno muy poco denso, no aísla acústicamente de manera eficiente.
Además, al ser inflamables, su aplicación debe ir pareja a otro sistema que proteja la estructura de un posible fuego para evitar su contacto con fuentes de alto calor como tubos de calefacción o focos que alcancen gran temperatura.
Corcho
La densidad del corcho le convierte en una buena alternativa como aislante termoacústico. Puede ser integrado fácilmente tanto en suelos como en paredes y, además, puede emplearse como un elemento decorativo como recubrimiento exterior.
Generalmente, se comercializa en formato de rollo o planchas. Por contra, el precio por rollo suele ser más elevado al de otros aislantes ecológicos, y su sustitución será más frecuente.
Otra de las desventajas del corcho está relacionada con su calidad. Si el material no ha sido tratado y aplicado correctamente, puede verse seriamente afectado (y perder su capacidad de repeler el agua) ante los derrames de líquido, dando origen a filtraciones y humedades.