Fuentes Transitables, un atractivo turístico al aire libre

Las fuentes son uno de los elementos decorativos más atractivos en pueblos y ciudades. Las fuentes ornamentales tienen la capacidad de convertir cualquier plaza en una auténtica atracción turística, dotándola de encanto y convirtiéndose en un reclamo para las visitas.

Estas fuentes son aquellas caracterizadas por un juego de agua fijo o variable que emana produciendo diferentes efectos estéticos. Así, el agua suele dar lugar a un auténtico espectáculo junto a elementos de luz y sonido.

De las fuentes ornamentales, derivan las fuentes transitables. En este caso, hablamos de fuentes cuyos sistemas se instalan bajo el suelo, permitiendo transitar sobre el mismo. También son llamadas fuentes secas.

En este contenido vemos por qué la instalación de tanto fuentes ornamentales como transitables es una interesante oportunidad para los ayuntamientos.

Por qué optar por una Fuente Transitable

Los puntos a favor de las fuentes transitables son múltiples. A continuación, enumeramos algunos de ellos:

• Convierten cualquier área en una atracción turística. Como ya hemos señalado, una fuente tiene la capacidad de convertir una plaza o un parque en una auténtica atracción turística.
• Son divertidas. Caminar y correr entre chorros de agua es una actividad honestamente divertida, y ya no sólo para los niños, sino también para los adultos. Entrar a la fuente y jugar con los chorros de agua es una actividad sin edad.
• Ofrecen auténticos espectáculos. Estas fuentes se pueden configurar de manera que ofrezcan un verdadero espectáculo de agua, luz y color.
• Son bien recibidas en verano. Durante los meses más calurosos del año, cualquier fuente es bien recibida, y mejor aún si puedes caminar sobre ella y refrescarte. Se convertirá en una auténtica atracción durante los meses de altas temperaturas.
• No condicionan la movilidad. Este tipo de fuentes no afectan al tránsito de los peatones ni ocupan espacio extra, por lo que pueden colocarse en cualquier plaza o jardín.
• Sencillamente, son bonitas. No podemos olvidar el aspecto estético, y es que las fuentes, al combinar elementos de agua, luz y sonido, se convierten en auténticas maravillas sensoriales.

Ejemplo del reclamo turístico de las Fuentes

En España tenemos varios ejemplos de fuentes que actúan como reclamo turístico. Se encuentran en avenidas, plazas o jardines, refrescando las calles de pueblos y ciudades por igual y atrayendo a miles de curiosos a diario.

Como ejemplo de fuente transitable, encontramos la Fuente Espejo de Agua, en el puerto de Mataró.

Ubicada frente a la entrada del puerto, funciona tanto como un espejo de agua en el que de día se reflejan los barcos y de noche las luces del puerto.

Entre todas las fuentes famosas de nuestro país, podemos destacar la Fuente Mágica de Montjuic, en Barcelona.

Este espectáculo de colores, agua y música, ofrece unas 7.000 millones de posibles combinaciones diferentes, gracias a la conjugación de sus elementos hidráulicos y lumínicos.

También en Montjuic podemos encontrar la Fuente Cascada. La Gran fuente en cascada del Anillo Olímpico de Montjuïc, corona la Plaza Europa con 100 metros de longitud.

Esta obra está formada por tres vasos a diferentes alturas que rebosan creando tres alturas de caída, cada una de ellas con iluminación propia.

Si bien estos dos últimos casos no se tratan de fuentes transitables, son un buen ejemplo del reclamo que todas las fuentes ornamentales en general pueden suponer.

Fuente imagen portada: otb.es