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La Pequeña Satisfacción de las Reparaciones Domésticas

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Reparar un desperfecto es una experiencia muy satisfactoria. Cuando has terminado la tarea con éxito, puedes sentir el gusto del trabajo bien hecho, la recompensa de haberlo logrado por ti mismo y la satisfacción interior de haber sido autosuficiente. Esto genera confianza y, por qué no decirlo, ¡también un pequeño ahorro!

Pues bien, reparar los pequeños desperfectos del día a día es más sencillo de lo que a veces puede parecer.

Evidentemente, no te hablamos de reparaciones que exigen la intervención de un profesional, sino de cuando se nos rompe algo que evitamos arreglar por pura pereza.

Todos sabemos que, en muchas ocasiones, lo que ocurre es que lo llevamos a un tercero (que lógicamente nos cobrará por su trabajo) o lo tiramos.

Hablamos, por ejemplo, de cinturones de cuero rotos, de tazas u otras piezas de vajilla, o incluso, de los juguetes de plástico de los más pequeños.

Con demasiada frecuencia los tiramos a la basura, generamos residuos… y compramos un cinturón, una taza o un juguete nuevo. Generamos basura, contaminación y gastamos dinero.

En realidad, los materiales están hechos para tener una larga vida. Si podemos reparar, ¿por qué no hacerlo?

 

Algunos Consejos Antes de empezar la Tarea

Es cierto que no todo se puede reparar, y que el bricolaje y las manualidades exigen algunos requisitos previos. Por ejemplo:

  • Comprueba bien cuál es el desperfecto y analiza si puedes repararlo. A veces necesitarás comprobar las instrucciones para saber si tiene arreglo. Otras veces quizás necesites la ayuda de un tutorial. Puedes encontrar tutoriales para casi cualquier desperfecto en Internet.
  • Asegúrate de disponer de las herramientas adecuadas antes de comenzar la reparación. Muchas veces, la gran dificultad de los arreglos no viene de que exijan grandes habilidades o conocimientos, sino de que no disponemos de los materiales necesarios.
  • Una vez que sepas cuál es el problema, y te hayas asegurado de que tienes las herramientas, toma las medidas de seguridad. Hay herramientas cuyo manejo exige protección. A veces también será conveniente evitar tener niños cerca. Reparar algo puede exigir no sólo pericia, sino también concentración y paciencia.
  • Busca un espacio de trabajo adecuado: conviene disponer de un espacio para este tipo de reparaciones. La mesa de trabajo debe estar libre, sin distracciones y con espacio para poder colocar todo lo que necesites para la tarea.

 

Cómo Reparar un Cinturón de Cuero

Por ejemplo, para un cinturón de cuero tan sólo necesitarás un buen pegamento diseñado específicamente para materiales porosos como el cuero y las telas. Conviene que el bote sea de fácil agarre y tenga una boquilla pequeña con la que puedas acceder a los recovecos de las piezas y garantizar así que se aplica por toda la superficie.

Asegúrate de que las piezas que quieres unir están completamente secas, para que el pegamento haga todo su efecto. Después aplícalo con cuidado, evitando acercarte demasiado a los bordes, une las partes y espera sin mover las partes hasta que notes que las dos piezas se consolidan.

Espera una o dos horas antes de utilizarlo, limpia los bordes por si hubiese algún exceso de pegamento y… ¡listo! Tendrás un cinturón como nuevo, sin necesidad de pasar por caja.

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