Puertas Cortafuegos: seguridad, calidad y entorno

Las puertas cortafuegos o puertas RF son un elemento de seguridad que, al igual que en el caso de los cinturones de seguridad en los vehículos, han pasado de no existir a ser obligatorias en cualquier edificio público, oficina, garaje o centro comercial, luego de comprobarse su eficacia en caso de un incendio.
La instalación de estas puertas es obligatoria en las salas que albergan cuadros eléctricos y calderas. Tienen que ir siempre acordes al plan de evacuación del edificio y permitir la salida libre. Para ello, deben ser de fácil apertura en el sentido de evacuación, ya sea mediante una manivela o barra antipánico. Además de evitar la propagación del fuego y el humo, también es necesario que faciliten la evacuación de las personas que se encuentren en el edificio, así como de facilitar también el trabajo de los bomberos.
Características de las puertas cortafuegos
Como su propio nombre indica, las puertas cortafuegos se encargan de cortar la transmisión de un incendio en el interior de un edificio. Están fabricadas con dos chapas metálicas y un núcleo de lana de roca, un componente mineral con la principal característica de evitar la propagación del fuego.
Pero estas puertas no sólo funcionan contra el fuego en sí: también nos protegen de una serie de peligros derivados de un incendio que podemos pasar por alto. Las puertas cortafuegos también son aislantes de humo, ya que están diseñadas para evitar su paso. Esto es muy importante, ya que durante un incendio, con frecuencia el humo causa más muertes que el propio fuego.
También cumplen una función de aislamiento térmico, al evitar que pase el calor, por lo que no te quemarás al utilizarlas. las puertas convencionales, por el contrario, pueden alcanzar temperaturas muy altas. Las puertas cortafuegos consiguen que su temperatura en caso de incendio no pasen de 140 a 180 grados y que los marcos de la puerta aguanten hasta los 360 grados. Frenar la transmisión de calor a otras zonas de un edificio es crucial, ya que no hace falta que un objeto entre en contacto con las llamas para arder: una temperatura muy elevada hará que se prenda.
Mobelmol, empresa profesional de mobiliario y equipamiento, ofrece un catálogo de puertas cortafuegos personalizables y adaptables a cualquier tipo de proyecto, con la posibilidad de escoger entre marcos de madera o metálicos, acabados lacados o madera barnizada, barras antipánico, vidrios cortafuegos, y muchas más opciones para elegir, siempre garantizando un trabajo óptimo acorde a la normativa.
Los modelos de puerta RF que ofrece Mobelmol proporcionan resistencia al fuego durante 30, 45, 60 y 90 minutos.
Homologación de las puertas cortafuegos
Las puertas anti incendios deben cumplir con una serie de certificados que avalen su eficacia. A nivel internacional, encontramos el certificado EN 1634, que avala su resistencia al fuego y al paso del humo, y las certificaciones estadounidenses UL90 / UL120 / UL180, que establecen que las puertas resisten al incendio durante 90, 120 o 180 minutos respectivamente.
Mantenimiento de puertas contra incendios
Con una vida útil de unos 20 años, es importante revisar las puertas para garantizar que siguen preservando su capacidad de protegernos contra el fuego.
Se deben revisar posibles desperfectos de la puerta como golpes, roturas o deformaciones, así como sus bisagras, manivelas, vidrios o la cerradura. También es muy importante mantener la puerta despejada de objetos que puedan impedir su cierre, ya que si no queda correctamente cerrada no cumplirá su función.
Estas revisiones se llevan a cabo con una frecuencia distinta en función de dónde estén instaladas las puertas. en edificios residenciales así como sus aparcamientos, se realizan revisiones anuales. En edificios destinados a otros usos con aparcamientos de no más de 500 plazas se realiza una revisión semestral, y por último se lleva a cabo una revisión trimestral en edificios cuyos aparcamientos cuenten con más de 500 plazas.
En estas revisiones se deja constancia de los mantenimientos llevados a cabo en un documento que deberá conservar el propietario. También se coloca una etiqueta en la puerta que indica la fecha del último mantenimiento.
Fuente de la imagen de portada: Seguritecnia