¿Qué suelo necesitas? Guía Práctica Según el Uso y el Clima

Cuando pensamos en renovar o elegir el suelo de casa, lo primero que suele venirnos a la cabeza es su aspecto; pero si has mirado opciones, ya sabrás que hay mucho más en juego. Cada caso tiene sus propias exigencias y merece una atención especial, y el uso que le des o incluso el clima pueden influir (y mucho) en qué opción deberías elegir.

En salones y dormitorios, por ejemplo, los suelos laminados han ido ganando terreno. Son prácticos, fáciles de instalar y resisten bien el uso diario. Pero cada habitación, clima y circunstancia te llevará a tomar una decisión u otra. Veamos cuáles son los principales criterios.

Qué materiales puedes elegir

Quizás lo primero en lo que tienes que pensar es en el material de tu suelo. ¿Te compensa poner parquet y optar por un estilo más clásico? ¿O deberías escoger algo más moderno? Estas son tus principales opciones:

• Parquet: Ideal si buscas un ambiente cálido y acogedor. La madera nunca pasa de moda, aporta confort y ayuda a mantener la temperatura agradable durante todo el año. Eso sí, requiere ciertos cuidados, sobre todo en zonas con alta humedad.
• Porcelánico: Perfecto para cocinas y baños gracias a su alta resistencia al agua, a los golpes y a las manchas. Es fácil de limpiar y aguanta el uso diario sin problemas.
• Vinilo: Una opción práctica y versátil, especialmente en zonas húmedas. Es cómodo al pisar, se instala con rapidez y ofrece una gran variedad de diseños. En baños, es importante elegir acabados antideslizantes para evitar resbalones.

El clima, ese factor que no podemos ignorar

Seguro que ya lo sabes, pero no es lo mismo vivir en la costa que en el interior, ni en el norte que en el sur. El clima de la zona influye, y mucho, en la elección del suelo. 

En áreas húmedas, necesitamos materiales impermeables y sistemas de ventilación que ayuden a evitar el moho y el deterioro. Pero si tu casa está en una zona seca, los suelos con buena inercia térmica, como la piedra, pueden ayudarte a mantener el frescor en verano. 

Lo mismo ocurre con la temperatura: en climas fríos, el parquet suelo y los sistemas de suelo radiante marcan la diferencia, ya que mejoran el confort y reducen la pérdida de calor. 

Y si vives cerca del mar, la salinidad y la humedad exigen materiales resistentes a la corrosión y fáciles de limpiar.

Consejos prácticos y errores que conviene evitar

Si no estás muy puesto en este tema es fácil dejarse llevar solo por la estética, pero conviene pensar también en el uso real que le vamos a dar a cada espacio. Y es que no todos los materiales encajan en todas las habitaciones, y algunos requieren más mantenimiento que otros. 

Por ejemplo, la madera natural necesita productos específicos y algo de mimo, mientras que el vinilo o el porcelánico son más agradecidos en el día a día. Por lo tanto, piensa en temas como los siguientes:

• Si tienes niños o mascotas, un buen suelo resistente podría evitarte muchos disgustos a largo plazo.
• Tu presupuesto también es importante. El vinilo generalmente es más económico que la madera, aunque también da un aspecto menos “noble a la estancia”.
• ¿Qué tipo de muebles tienes? Aunque la estética no es el principal factor, sí que debería pesar en tu elección final.

En definitiva, elegir el suelo adecuado es una decisión que merece la pena tomarse con calma. En cualquier caso, si tienes en cuenta el uso, el clima y los errores que hemos comentado, acertarás y disfrutarás de una casa más cómoda y eficiente.

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