Tipos de Calderas y Beneficios de Cada Una

Hoy en día es imprescindible contar con un sistema de calefacción, tanto en nuestro hogar como en el lugar donde desarrollamos nuestro trabajo. Existe una gran oferta en la actualidad, con diferentes modelos de calderas que se adecúan a las diferentes necesidades y condiciones del espacio, dependiendo del uso que queramos darle, la inversión económica pensada e incluso nuestras preferencias personales. Es indiscutible que un buen sistema de calefacción conseguirá el confort necesario en estos espacios y si estás pensando en comprar una caldera y realizar esta inversión de futuro, ¡este artículo es para ti!

 

Tipos Principales de Calderas

  • Calderas a Gas: Como su nombre indica, funcionan mediante la canalización de combustible gaseoso, gas natural o bien gas butano. Por las características de este tipo de instalaciones se recomienda pasar unos controles anuales, especialmente antes de que comience la temporada invernal, así como asegurar un flujo de aire que ventile correctamente el montaje de la calefacción, así como asegurar un buen mantenimiento de la misma. Las calderas a gas natural, son más respetuosas con el medioambiente, mientras que las segundas se adecúan perfectamente a un uso puntual de la calefacción, como por ejemplo, las casas de vacaciones.
  • Calderas de Pellets o de Biomasa: Estas calderas generan la energía mediante la quema de restos orgánicos, como restos de madera o similares. Sin embargo, en una sociedad cada vez menos vinculada al entorno rural, es muy habitual comprar pellets para mantenerlas. Estos no son más que pequeños cilindros fabricados a partir de restos de madera prensada. Este tipo de calderas ofrece un ahorro importante en comustible, ya que un litro de gasoil equivale aproximadamente de dos kilos de pellets y el precio de ambos varía prácticamente al doble. Tampoco necesitan un mantenimiento continuo como las calderas de gas, y además, son mucho más respetuosas con el la naturaleza.
  • Calderas Policombustible: Esta tipología funciona mezclando varios tipos de biomasa con los que se calienta un circuito de agua que da calor a la vivienda. Se parecen a las calderas de pellets, sólo que son menos limitadas a la hora de admitir combustibles, tales como restos de cáscaras, huesos de frutos y un largo etcétera.
  • Calderas de Gasoil: Tienen un funcionamiento similar a las calderas de gas, solamente que utilizan el combustible fósil líquido. Son especialmente recomendables para zonas aisladas o de difícil acceso, ya que la instalación de grandes depósitos asegura el combustible necesario para toda la temporada de frío.
  • Calderas Eléctricas: Modelos actuales y de gran seguridad en su uso. Están muy extendidas, sobre todo en el entorno más urbano.
  • Calderas de Leña: Estas calderas de uso tradicional, han sido adaptadas de prestaciones a los nuevos tiempos. A día de hoy cuentan con mejoras en la ventilación, adaptaciones al tipo de vivienda, e incluso existen dispositivos hibridados con gas. Cabe resaltar, que permiten la quema de grandes piezas de leña o restos de madera, y que su precio en mercado es bajísimo, además poseen un gran poder calorífico.

Esperamos haberte ayudado a escoger una caldera adecuada a tus necesidades, recuerda que por tu seguridad y salud, es de vital importancia contratar empresas profesionales para su compra, instalación y mantenimiento.

Si te ha gustado, ¡compártelo!
Haz realidad tu proyecto
Pide presupuesto