Ventanas de Seguridad: las claves para Aumentar la Protección de tu Hogar

Desde los tiempos más remotos, la preocupación por la seguridad ha estado siempre presente en los elementos arquitectónicos. Además de proporcionar luz y ventilación, la protección, podemos constatar que la protección es uno de los conceptos que siempre estuvo asociado al origen de las ventanas.
Y no es para menos. Aunque la amenaza de los depredadores naturales ha quedado atrás, las ventanas siguen siendo el punto más vulnerable en la seguridad de la vivienda. De acuerdo con los últimos datos de robos con allanamiento, en España se produce un intento de violación de domicilio cada 3 minutos y, contrariamente a lo que se pueda pensar, la gran mayoría de ellos ocurre durante el día y no por la noche.
También es sabido que, en el 80% de los casos, los intentos de invasión ocurren a través de las ventanas, principalmente desde las plantas bajas y desde las balconeras. En menos de 10 segundos, un delincuente ‘experimentado’ puede apalancar una ventana estándar mal protegida. En el 44% de los casos, el delito no tiene éxito y queda solo en tentativa de robo. Sin embargo, además de los daños ocasionados a la estructura de la casa (ventanas, marcos, paredes, etc.), estos intentos de allanamiento suelen fomentar una posterior sensación de inseguridad y temor frente a posibles nuevos intentos de acceso a la vivienda.

Cómo mejorar la Seguridad de tus Ventanas
La seguridad debería ser una de las premisas de cualquier vivienda, independientemente de su ubicación, estilo o tamaño. Y no hay mejor manera de mejorar la seguridad del hogar a través de las ventanas que instalar una ventana de calidad. En la actualidad, existen diferentes tipos de cerramientos con protección antirrobo que pueden, desde regalarte unos valiosos minutos más de seguridad, retrasando la entrada de los cacos a una vivienda, hasta sistemas más complejos de protección activa que son capaces de disuadir los ladrones, antes de que se produzca el daño.

En líneas generales, el nivel de seguridad de una ventana está relacionado con una combinación de diferentes características como:
– El sistema de apertura
– El material utilizado en su fabricación
– El tipo de cristal empleado en su instalación
– Los tipos de juntas y refuerzos
Además de la protección incorporada en la propia ventana, son muchos los hogares que apuestan por la utilización de rejas para reforzar la seguridad. Sin embargo, en la actualidad es posible encontrar ventanas con elementos de cierre especiales y medidas adicionales de seguridad integrados que permiten configurar la protección necesaria, según las necesidades de cada vivienda.
Clases de Resistencia de las Ventanas de Seguridad
La normativa vigente especifica diferentes clases de resistencia para las ventanas. El nivel de seguridad de los cerramientos es elegido según las características de cada vivienda, teniendo en cuenta principalmente la ubicación de las ventanas.
Seguridad básica (sin protección). Indicada para ventanas de difícil acceso. Por ejemplo, en pisos muy altos.
Protección simple (Clase de resistencia RC 1). Proporciona una seguridad moderada, pero en menor nivel contra el uso de herramientas como las palancas normalmente empleadas para forzar ventanas.
Protección contra el uso de herramientas sencillas (Clase de resistencia RC 2/RC 2N). Empleadas, por ejemplo, para ventanas con balcón. Su protección mejorada ofrece mayor seguridad frente al uso de herramientas sencillas como destornilladores, alicates, llaves inglesas, etc.
Protección contra el uso de herramientas sofisticadas (Clase de resistencia RC 3). Los cerramientos que cumplen con esta clase de protección son adecuados para, por ejemplo, las ventanas de una planta baja. Aseguran mayor protección incluso frente al uso de herramientas de robo más sofisticadas como las palancas.

Un paso más allá en la Seguridad de tu Hogar
Además de las tradicionales clases de protección para las ventanas, actualmente es posible aumentar la seguridad del hogar gracias a la utilización de modernos sistemas que, integrados a las ventanas, permiten no solo impedir sino prevenir los robos y allanamientos.

Es el caso, por ejemplo, del sistema de protección antirrobo preventivo Smart Guard de REHAU. Esta tecnología es una novedad mundial basada en la utilización de sensores de detección inteligentes que permiten identificar a los ladrones potenciales para, posteriormente, activar señales ópticas y acústicas que avisan claramente al infractor de que no merece la pena seguir con el intento de allanamiento.
Este sistema va mucho más allá de las soluciones convencionales de alarma, que reaccionan únicamente cuando el ladrón ya está en la casa. Asimismo, también ofrece un nivel superior de seguridad a las ventanas, una vez que impide los daños antes de que se produzca el robo.
Como hemos podido comprobar, desde las primeras ventanas, estos elementos arquitectónicos han evolucionado para convertir nuestros hogares en espacios más confortables, bonitos y, por supuesto, más seguros.