Distintas alternativas en calefacción

Con la llegada del frío y la subida de los precios de la luz, el panorama actual hace que nos planteemos cambiar nuestro sistema de calefacción por alguno más eficiente con el que podamos ahorrar dinero en cada factura. Por eso, en este artículo repasaremos distintas opciones disponibles en materia de calefacción, con algunas de sus ventajas e incovenientes.

Existen un gran número de empresas en el mercado a las que acudir, como por ejemplo TecniHogar, que ofrece soluciones de calefacción en Granada. Para escoger el sistema que más nos conviene, hay varios factores a tener en cuenta que nos pueden ayudar a decantarnos por uno u otro. Hay variables como el clima de nuestra zona o cómo de bien aislada está nuestra casa, ya que una casa bien aislada consumirá menos energía para calentarse.

También es importante tener en cuenta la disponibilidad y precio de la energía o combustibles en tu zona. Tendremos que sacar cuentas y comparar, y revisar las distintas tarifas que ofrecen las compañías.

La instalación y el mantenimiento también es un factor importante. Hay sistemas muy eficaces (mucho calor, por poco consumo) que requieren que desembolsemos una gran cantidad de dinero al instalarlos. Si puedes afrontarla, terminarás amortizándola con el ahorro en consumo.

Con respecto al mantenimiento hay sistemas que apenas lo necesitan y otros que requieren con más frecuencia limpieza, revisiones o recambio de piezas con cierta periodicidad.

Además, la instalación de sistemas más respetuosos con el medioambiente, como los basados en energías renovables, suelen recibir ayudas, incentivos o bonificaciones.

Calderas de gas con radiadores o suelo radiante

Las calderas de gas con radiadores son el sistema más común en nuestro país. En estos sistemas el agua caliente circula hasta los radiadores o por el suelo radiante.

Si en lugar de radiadores optamos por suelo radiante, este tiene una instalación más costosa, pero no ocupa espacio, el calor que ofrece es aún más confortable y es más eficiente que los radiadores convencionales al trabajar a menor temperatura.

Las calderas por condensación consumen hasta un 30% menos que las calderas convencionales, ya que su tecnología evita que el calor (es decir, la energía) se escape en forma de vapor de agua. Cabe destacar que en España, desde 2015 están prohibidas las calderas de gas convencionales.

La sostenibilidad es otro factor diferencial: su uso reduce hasta en un 70 % las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de óxidos de nitrógeno (NOx).

Este tipo de calderas, no obstante, presenta también algunas desventajas:

  • Debido al suministro de gas natural, se asocian unos gastos fijos de peaje al Acceso de Terceros a la Red (ATR), que vienen en la factura del gas.
  • Debemos realizar un costoso mantenimiento anual de la caldera.

Estufas de pellet

El pellet es uno de los combustibles de biomasa existentes, con un gran poder calorífico. Tener una estufa o chimenea de pellet es una opción ecológica y ahorradora.

Hay un montón de soluciones distintas que funcionan con pellet. Cada una cubre necesidades diferentes, por ejemplo, modelos para dormitorios que no necesitan rejilla de ventilación y no emiten gases, hidroestufas (o termoestufas) de pellet calientan el agua y la reparten por el circuito de radiadores y calientan toda la casa, o modelos que no requieren electricidad.

Tienen como ventaja que ofrecen soluciones adaptables a distintos tipos de vivienda, son muy ecológicas, económicas y el pellet es de fácil almacenaje.

Como inconveniente, necesitan salida de humos al exterior, limpieza periódica y tendremos que comprar nosotros el combustible.

Aerotermia

La aerotermia es una energía renovable que aprovecha el aire exterior para su funcionamiento, y permite calentar toda la casa. Es como si tuvieras calefacción central con caldera de gas o gasóleo, pero mucho más económica y ecológica. Se trata de una bomba de calor de alto rendimiento, parecida a la de los aires acondicionados. En lugar de generar aire frío (o caliente), calienta el agua que circula por radiadores o suelo radiante.

El principal problema actual de las bombas aerotérmicas se encuentra en el rango de las altas temperaturas (70-90°C), zona donde habitualmente se encuentran trabajando las instalaciones convencionales domésticas de calefacción por caldera de gas o gasoil y radiadores clasicos. Existen bombas de aerotermia de baja temperatura y aerotermia de alta temperatura.

Aerotermia de baja temperatura

La bomba de calor aerotérmica de baja temperatura es ya una tecnología del presente y con un espléndido futuro gracias a sus grandes rendimientos energéticos en producción de ACS, calor y frío en combinación con suelos radiantes / refrescantes a temperaturas de operación entre 30-50°C.

Aerotermia de alta temperatura

La mayoría de las bombas de calor aerotérmicas en el mercado abarcan temperaturas de trabajo comprendidas entre 35 y 55°C y delatan su incapacidad para trabajar en temperaturas superiores. Pero ya existen algunos modelos comerciales que sí especifican temperaturas de operación a altas temperaturas (entre 65° y 80°C) que son perfectas para este tipo de rehabilitaciones en las que solo se proponga la sustitución de la caldera sin modificar el resto de la instalación de radiadores. Ni que decir tiene que estas bombas también generan agua caliente sanitaria con lo que la optimización del cambio es total.

Calderas de gasoil

Las calderas de gasoil trabajan a baja temperatura, unos 60º, por lo que se trata de unas calderas muy seguras que minimizan el riesgo de explosión y que además aportan un calor homogéneo a tu hogar.

Son muy eficientes al calentar con mayor velocidad, con lo cual, podremos calentar la casa más rápido. El agua caliente sale de manera casi instantánea. Además, no hay costes fijos de suministro, únicamente se paga por la compra del gasoil.

Sin embargo, el gasoil plantea algunos inconvenientes, pues no viene suministrado como el gas natural y debemos estar pendientes del consumo, comprar depósitos de gasoil y almacenarlos.

Además, es más caro que el gas natural y el mantenimiento de la caldera es algo más complicado, ya que necesita una o dos limpiezas al año para que funcione de manera óptima. Los humos de la combustión del gasoil son también más contaminantes que el gas natural.

Esperamos que este artículo te sea de ayuda para orientarte y escoger qué opción es mejor para la calefacción de tu hogar. ¡Estamos deseando leer tus comentarios!

Fuente de la imagen de portada: BAXI

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