Eficiencia de las Bombas de Calor

¿Sabías que ya en el año 2016, la Agencia Internacional de la Energía, consideró a las bombas de calor como la mejor tecnología disponible para la climatización de viviendas y edificios, desde el punto de vista energético?
Y que también, la organización ecologista Greenpeace, 5 años antes, ya identificó a la bomba de calor como el mejor sistema de calefacción, gracias a su eficiencia energética y el uso de energías renovables.
Y es que las bombas de calor son el complemento perfecto para el suministro de calefacción, agua caliente sanitaria y/o climatización.
Ya que consiguen una temperatura adecuada, tanto en verano como en invierno. Además, gracias a sus múltiples modelos se adapta perfectamente a cualquier tipo de vivienda, instalación o circunstancia.
¿Por Qué son las Bombas de Calor tan Eficientes?
Gracias a la energía o, mejor dicho, a la temperatura relativamente constante del aire, el agua o la tierra, las bombas de calor consigue funcionar y generar hasta 4 kW de calor por cada kW de consumo eléctrico que necesita.
De modo que, por este simple hecho ya tiene un mejor rendimiento o eficiencia que otras generadoras de calor, como las calderas de gas, gasóleo o de biomasa.
Su utilización se basa en la extracción de la energía contenida en fuentes renovables, ya sea aire, agua y/o tierra. Consiguiendo una reducción de las emisiones de CO2 mientras nos genera agua caliente, calefacción en invierno, y refrigeración en verano.
La eficiencia de las bombas de calor se media en principio por medio del ratio entre la potencia térmica generada y la potencia eléctrica consumida: COP y EER respectivamente.
Es por ello, que en las bombas de calor actuales veremos ambos índices o ratios, ya que, son capaces de funcionar de forma reversible, es decir, en modo verano y en modo invierno.
¿Cómo Elijo mi Tipo de Bomba Calor?
Cuando tenemos que elegir una bomba de calor, aparte del asesoramiento del instalador que nos la ofrezca, debemos buscar el equilibrio entre estos coeficientes o índices, y el precio.
Esto es porque a largo plazo, un equipo barato y con un SEER o SCOP muy bajo consumirá mucha más energía eléctrica, y resultará menos rentable.
La diferencia básica entre el EER-COP y el SEER-SCOP es que estos últimos índices, surgidos a partir de la modificación que impulso el Reglamento Delegado 626/2011 de la Comisión es que son las eficiencias estacionales.
De forma que se mide la eficiencia energética de las bombas de calor de una forma más exacta o real, de la tecnología de calefacción y refrigeración durante todo un año.
Esta nueva medida ofrece mejor información del impacto medioambiental de una bomba de calor, y una indicación más realista de la eficiencia energética.
Otra diferencia entra las anteriores mediciones y las nuevas, es que el EER y el COP miden la potencia de la bomba de calor en determinadas condiciones ambientales funcionando a pleno rendimiento. Por su parte, el SEER y el SCOP miden el rendimiento energético estacional teniendo en cuenta dos paramentos diferentes.
Por un lado, la cantidad de energía calorífica o frigorifica, tanto de modo invierno o calefacción, como en modo verano o refrigeración, que se produce durante su uso normal de un año, dividida por el consumo de energía eléctrica total en el mismo período anual.
Y por otro lado, hay que tener en cuenta las medidas que son más representativas del uso real del equipo, que son las cargas parciales de 74%, 47%, 21%, además del funcionamiento al 100%.
Teniendo en cuenta esta sencilla información estamos preparados para instalar una bomba de calor en casa.