¿Cuál es la importancia de la Eficiencia Energética?

Entendemos la Eficiencia Energética como el uso eficiente de energía en cualquier entorno. Aplicando el concepto a nuestra vivienda consistiría en conseguir satisfacer nuestras necesidades de comodidad general usando la menor cantidad de energía posible. Se trata de un concepto clave, ¿pero qué argumentos justifican la importancia de la eficiencia energética?
Protección del medio ambiente
En agosto de 2020 habíamos consumido todos los recursos que nuestro planeta es capaz de regenerar en el plazo de un año.
Consumimos y contaminamos a un ritmo mucho más elevado del que la Tierra es capaz de asimilar, por ello impulsar actividades que contribuyan a la descarbonización de la economía y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero se convierte en una necesidad.
Así, el argumento principal por el que perseguir la eficiencia energética en nuestras acciones diarias, es la protección del medio ambiente.
Esto se consigue en dos frentes:
Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
La quema de combustibles fósiles con el objetivo de obtener energía es la principal causa del calentamiento del planeta.
Se calcula que en torno al 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero y más del 85% de emisiones de CO2 tienen relación con la energía.
Así, optimizar nuestro consumo energético se traduce en una menor necesidad de energía, es decir, una menor producción de estos gases con su consiguiente efecto positivo en el planeta.
Conservación estratégica de los recursos naturales

Ligada al punto anterior, encontramos la conservación de los recursos naturales. Trabajar por la eficiencia energética permite reducir nuestro impacto a nivel local, por ejemplo minimizando la contaminación de ríos y suelos.
Además, invertir en fuentes renovables para la obtención de la energía necesaria, permite mantener las reservas de recursos naturales agotables existentes.
Ahorro económico

Además de las claras ventajas para el medio ambiente, la eficiencia energética se traduce en ahorros en la factura a final de mes.
De hecho, se calcula que en los hogares españoles se podría ahorrar unos 300 € al año con simples cambios en las costumbres de consumo y mejoras en los sistemas, aumentando su eficiencia. Esto supondría una reducción del 27% en la factura de gas y electricidad.
Optimizar nuestro uso energético nos permite consumir menos, y si además optamos por fuentes de energía renovables y el autoconsumo, este ahorro se verá incrementado.
Además, llevando a cabo medidas como la mejora del aislamiento, los sistemas o el cambio de electrodomésticos, logramos aumentar el valor del inmueble.
Se trata de un factor a tener en cuenta si tenemos en mente la idea de vender en un futuro.
Contribuye al bienestar general del hogar

Hay aún quienes creen que las viviendas más eficientes escatiman en comodidad y bienestar general. Nada más lejos de la realidad.
La salud de una vivienda repercute en la de sus habitantes. Así, regular y controlar el consumo energético de nuestro hogar supondrá un incremento de nuestra calidad de vida.
La reducción en el gasto que acompaña al aumento de la eficiencia no significa una disminución del confort del hogar.
Por ejemplo, las viviendas pasivas son de los hogares más eficientes que podemos encontrar en el mercado, y una de sus características principales es el confort constante del que disfrutan sus habitantes, independientemente del momento del día o del año.
Así pues, concluimos que la importancia de la eficiencia energética se desarrolla en varios frentes, tanto el medioambiental, como el económico y el humano.
Invertir en mejorar la eficiencia energética de un inmueble es invertir en la salud del planeta y la nuestra propia.