Metodología BIM: la nueva revolución de la construcción
El sector de la construcción avanza a pasos de gigante. Con las nuevas opciones sostenibles, el constante alarde creativo de la arquitectura moderna y las posibilidades de los nuevos materiales, este mundo tiene un horizonte inalcanzable, uno en el que siempre hay sitio para el crecimiento y la evolución.
En los últimos años se ha acuñado el concepto de BIM dentro de los proyectos de construcción. ¿Qué es exactamente? Es una metodología especializada en la construcción, una nueva forma de trabajar con un enfoque muchTítulo del sitio Separador Título Separador Categoría principalo más colaborativo y que da especial relevancia a la correcta recolección y clasificación de los datos de un proyecto.
Su implementación facilita cualquier proyecto de arquitectura, ingeniería o, por supuesto, construcción. Principalmente, porque hace que todas las partes implicadas en una misma construcción puedan trabajar en el proyecto en tiempo real, accediendo a la misma información y con actualizaciones constantes para saber cuál es el mejor camino a seguir en todo momento.
El sistema llegó para quedarse. De hecho, cada vez podemos encontrar más opciones de formación que lo contemplan. Sin ir más lejos, este Máster en Diseño de Interiores también dedica parte de su carga lectiva a la Arquitectura BIM (pincha aquí para ver el contenido que ofrece).
Pero, ¿tan influyente es? ¿Tanto puede cambiar y mejorar el sector de la construcción? La mejor forma de averiguarlo es abordando las ventajas y bondades que ofrece.
Los principales beneficios de la Metodología BIM en la construcción
Esta metodología cambia desde las bases de los proyectos de construcción hasta su ejecución o resultado. Repasando sus características y posibles aplicaciones, estas son las principales ventajas que ofrece de cara a profesionales del sector:
Visualización del proyecto en todo momento
Como ya hemos mencionado, todas las partes implicadas pueden acceder al proyecto y a toda la información posible, y eso a su vez permite ver simulaciones que adelanten cómo se va a usar el espacio, o incluso reproducciones en 3D que pueden modificarse en tiempo real para ajustarse mejor a las posibilidades del trabajo.
Esto no solo ayuda a los trabajadores, también es bueno para los clientes, ya que pueden ver de primera mano cómo avanza y cuál puede ser el resultado final. De hecho, también sirve en caso de que quieran hacer indicaciones para modificar elementos que no encajen con lo esperado.
Mayor seguridad
Al tener acceso al modelo en tiempo real y a todas sus variables y características, es más fácil hacer una evaluación de riesgos que permita estudiar la seguridad del proyecto. De hecho, es algo ideal para evitar peligros que puedan ir a más una vez se cerrara el trabajo.
Por otra parte, garantiza una mayor seguridad para los supervisores. No hay riesgo físico, ya que toda la logística se puede planificar con antelación, facilitando incluso la evaluación visual de riesgos y seguridad para que, durante la ejecución del proyecto, se tomen las medidas adecuadas.
Mejor gestión de los edificios
Una vez terminada la construcción, es posible seguir operando gracias a la información del modelo de proyecto. De hecho, si el registro se actualiza adecuadamente, se pueden administrar las instalaciones durante el ciclo de vida completo del edificio con una mayor eficacia.
Combinando el BIM con un buen software de mantenimiento se consigue la gestión más eficiente de cualquier edificación. Algo que, al mismo tiempo, reduce sus costes y puede alargar su ciclo de vida.
Un entorno de trabajo mucho más colaborativo
El papel tiene límites, los modelos digitales del sistema BIM no. Estos se pueden crear, modificar e incluso compartir, y todo en tiempo real. De este modo, se crea un entorno en el que la colaboración y comunicación entre todas las partes implicadas es mucho más fácil y sencilla.
Los equipos pueden coordinarse mucho mejor, la información llega mejor a todos los interesados y facilita el paso del plano al campo. Todo, además, abierto a la revisión constante y desde cualquier parte porque, gracias a la nube, es posible conectar a la información del proyecto incluso desde el teléfono móvil.
Anticipación a problemas, mayor coordinación y una mejor explotación del proyecto una vez haya terminado de llevarse a cabo. Resulta fácil entender por qué el BIM lleva tiempo sonando como la nueva revolución del sector de la construcción. Se apoya en las nuevas tecnologías y crece con estas, sacando partido a todas las posibilidades que estas ofrecen.
Requiere, no obstante, conexiones a internet y dispositivos capaces de ejecutar o al menos acceder a todo el software que permite ver, actualizar, editar o informarse sobre el proyecto en el que se trabaje. Asimismo, también exige la preparación y formación de los profesionales que vayan a trabajar con él.
Pero es un precio necesario a pagar, porque la mejora de rendimiento y productividad en general es más que notable. Es un paso que muchos ya han dado.
