Ventajas en el diseño al aplicar microcemento en los suelos

Cuando nos disponemos a decorar el hogar, una oficina o un centro de negocios, uno de los aspectos más importantes y que, en gran manera, influirá en el resultado de un diseño es el material con el que se revistan los suelos. 

En este sentido, está claro que son muchas las opciones que ofrece el mercado y que mucho va a depender de los gustos y necesidades de cada propietario. La diversidad de opciones es tal que resulta ser una tarea bastante complicada elegir el más adecuado, ya que se toman en cuenta muchos factores, tales como el estilo, el presupuesto, la calidad del material, niveles de resistencia y durabilidad, mantenimiento, modos de uso, etc. 

Sin embargo, lo que queremos plantear a continuación son las ventajas de elegir el microcemento para suelos, puesto que todos los factores que hemos mencionado en el párrafo anterior, los reúne este magnífico material. No es casualidad que hoy en día sea tan popular dentro del mundo de la construcción, las reformas y el diseño de interiores y exteriores. Sus ventajas solo suman satisfacción y buena vibra cuando es elegido. 

Aunque el microcemento se puede aplicar en muchos tipos de superficies (suelos, paredes, techos, muebles, etc.) vamos a centrarnos en esta oportunidad en las ventajas de aplicarlo en los suelos, independientemente de que luego decidas jugar con sus propiedades para aplicarlo en otras zonas, que estaría muy bien. Empecemos haciendo una pequeña definición que nos centrará luego en todas las razones que suman puntos a favor para que, finalmente, estés totalmente seguro de elegirlo para que forme parte de la composición de tu hogar, oficina o cualquier otro recinto. 

¿Qué es el microcemento?

En resumen, el microcemento es un material muy utilizado en la construcción que está compuesto principalmente por cemento, pero en combinación con algunos pigmentos y resinas. Más allá de su definición, lo interesante del material es su modo de aplicación, ya que se aplica en capas finas y se adapta a muchos tipos de superficies, además de adherirse con facilidad a muchos otros materiales como la cerámica, la madera, el yeso y más. 

También hay que resaltar que se obtiene una superficie completamente lisa y sin juntas, lo que suma ventajas a la hora de hacer mantenimiento de limpieza y además, es mucho más estético e higiénico porque como bien sabemos, en las juntas suele acumularse mugre y suciedad, por lo que se requiere de forma periódica, hacer limpiezas más exhaustivas. Es el caso de las baldosas o azulejos, por ejemplo. A todo esto se añade su alta durabilidad, resistencia a cambios de temperatura, su adaptabilidad a diferentes estilos de diseño, su gran resistencia a la humedad, a la corrosión y desgaste y sus propiedades antirresbalantes de acuerdo con su acabado final. 

Es decir, el microcemento se convierte en una opción sumamente conveniente para aplicar en suelos de salones, cocinas, baños, dormitorios, en toda la casa, incluso, en áreas externas como jardines, patios y terrazas. 

La versatilidad del microcemento

Ya teniendo una definición bastante clara y conocimiento sobre sus ventajas, habría que destacar una en particular y esta es su versatilidad. Cuando estamos en búsqueda de materiales de revestimiento de suelos, es posible que tengamos en mente uno que coincida de manera muy precisa con nuestros gustos y con lo que tengamos en mente como resultado de la decoración final. 

No obstante, cerrarse por completo a una idea limita la posibilidad de conseguir resultados que superen de manera muy grata nuestras expectativas. Es seguramente lo que puede suceder si te decantas por el microcemento. Y es que la capacidad de adaptarse a múltiples estilos de diseño no tiene límites. La razón principal es que puedes conseguir diferentes tipos de acabados e incluso, diversas tonalidades. Solo tienes que elegir la que mejor se adapte a tu proyecto de diseño. 

En salones puede resultar sumamente elegante y prolijo en combinación con la instalación de alfombras, si se disponen de muebles de madera o de aspecto mucho más moderno y minimalista. El microcemento tiene la especial cualidad de convertirse en una superficie acogedora y cálida si se combina con astucia. 

En estilos más tradicionales, este material juega su papel de manera especial. Imagina un suelo de microcemento en tonos tierra o en tonos como el marfil o beige. Si quieres un estilo más industrial y moderno con los tonos grises no te equivocarás y si tu idea repunta a un ambiente mucho más original y fuera de serie puedes jugar con colores más atrevidos como los grises oscuros, los rojizos o verdes. 

Como ves, la variedad es uno de los puntos más fuertes del microcemento, lo que permite que no solo tengamos en mente aplicarlo en suelos, sino también en otro tipo de superficies como en las encimeras de la cocina, en los muebles del baño o para hacer repisas y estantes en dormitorios, bibliotecas u oficinas. 

Una alternativa fácil de aplicar y con excelente relación calidad precio

Otra ventaja que hay que resaltar sobre el microcemento es que su forma de aplicación evita que tengamos que gastar en obras para desinstalar otros materiales que se encuentren en la superficie. Su capacidad de adherencia permite aplicarlo sobre baldosas, yeso e incluso madera, aunque puede haber algunas excepciones. 

Lo cierto es que si tienes un suelo de baldosas, no será necesario hacer contrataciones para demoler esa superficie, bastará con instalar el microcemento sobre esa misma base. Esto, sin duda alguna, representa un ahorro de tiempo y dinero en obras y reformas complejas. 

Una vez instalado te darás cuenta de que su limpieza y mantenimiento son mínimos. Basta con usar los productos comunes de limpieza para mantener el suelo libre de polvo. A diferencia de otros revestimientos como el mármol o la misma madera, este material es muy resistente a golpes, arañazos y manchas. 

Por otro lado, gracias a todas sus propiedades, puedes también aplicarlo en exteriores. Así que es una gran opción para instalarlo en jardines y piscinas. También en patios y terrazas sin importar los cambios o embates del clima.