Irene es una vivienda unifamiliar pasiva compacta de dos plantas. Su diseño es minimalista, en tonos claros, aunque los acabados son completamente personalizables.
En la planta inferior, directamente relacionada con el jardín, encontramos salón-comedor, aseo, un estudio y una sala de lectura.
En la planta de arriba se ubican los espacios de noche y descanso.
A los dos pisos se les suman amplias terrazas y un porche que da al jardín.
La casa se adapta a la topografía y se abre completamente al sur, para aprovechar la máxima captación solar.
Se trata de una vivienda pasiva, cuyo ahorro energético alcanza el 90%. Para conseguirlo, cuenta con un diseño bioclimático donde priman la hermeticidad, el aislamiento térmico total y la renovación del aire.
Además, los posibles sistemas de climatización de la vivienda son todos renovables y limpios, pudiendo incluir aerotermia, geotermia, estufas pellets o calderas de biomasa.
En su fabricación se emplean técnicas, materiales y sistemas de fabricación alineados con la sostenibilidad, la economía circular y respetuosos con el medio ambiente durante todo el ciclo constructivo.