Nuevos Materiales de Construcción: el Cemento Fosforescente

El Cemento Fosforescente como material de construcción ya está presente desde hace unos años. Sus usos van más allá de lo estético y albergan mucho potencial como material sostenible en la ingeniería civil.
El hormigón o cemento es un material que, cada vez más, se está actualizando para cumplir con características que hasta hace décadas parecían imposibles. No solo ahora puede autorrepararse, sino que también puede iluminar.
¿Cómo funciona el Cemento Fosforescente?
Fosforescente es aquel material que absorbe energía lumínica (puede ser del Sol o de otra fuente) y la libera de manera progresiva.
Esto es diferente a la fluorescencia, que solamente emite luz mientras esté expuesto a la fuente principal. La fosforescencia se mantiene durante un tiempo prolongado.

Conseguir que el cemento alcanzara esta facultad ha sido obra de Jose Carlos Rubio Ábalos, investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (México).
El primer problema, y más obvio, es que el cemento es opaco. El primer paso consistía en alterar su microestructura para que dejara entrar la luz.
Una vez logrado esto, solo era cuestión de añadirle los mismos componentes químicos luminiscentes que se usan en otros materiales como plásticos, no sin antes analizar factores como la porosidad del hormigón, la temperatura de curado o el pH en su fase acuosa.
La mayoría de investigaciones actuales giran en torno a estas variables con el fin de obtener la mejor mezcla posible.
Según Rubio, el Cemento Fosforescente ilumina entre unas 8 y 12 horas (dependiendo de la calidad del producto y la fuerza de la carga) si este ha estado al sol durante 10-12 horas. La intensidad lumínica desciende gradualmente.
Los usos del Cemento Fosforescente

Bien, ahora que sabemos cómo funciona, ¿qué tiene exactamente de importante? ¿Cómo nos puede ayudar el cemento luminescente?
Habría que empezar diciendo que su coste es significativamente mayor al del cemento común. Casi cinco o siete veces más caro.
Además, debido al alto grado de alteración química al que esta variante está sujeta, no se puede emplear como elemento de soporte como si de un cemento cualquiera se tratase.
Se define como material de recubrimiento en determinados puntos de edificios, y sobre todo en la señalización de las vías.
Además, posee una mayor durabilidad sobre los plásticos, hasta ahora el recipiente de material fosforescente más usado.
Y es que la estructura polimérica de los plásticos se descompone con los rayos ultravioleta. La misma luz que absorben es que les da fecha de caducidad.
No sucede así con el hormigón, que dura el mismo tiempo tanto con material fosforescente como sin él.
Habría entonces que destacar el importante impacto en nuestra huella ecológica por todo el plástico que ahorraríamos al sustituir la señalización vial por un material más longevo.
También es más que evidente su capacidad para iluminar sin necesitar de la vía eléctrica, algo que supone menor gasto energético en los países más desarrollados, y una vía accesible a ciertas infraestructuras para los países en vías de desarrollo que no cuenten con tal lujo.
Por último, a la hora de construir pavimentos, por ejemplo, ayuda a reducir las islas de calor en las ciudades gracias a su alto nivel de reflectancia.
Organizaciones como Anefhop (Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado) destacan y promocionan el hormigón por propiedades como las que te contamos.
¿Qué te parece este nuevo material de construcción? ¿Crees que tiene futuro en el sector? Déjanos tu opinión, nos encanta leerte.