Como Mejorar la Eficiencia Energética en Edificios Antiguos
Mejorar la eficiencia energética de los edificios antiguos se ha convertido, en los últimos años, en un objetivo primordial tanto para las administraciones como para los propietarios de viviendas. La eficiencia energética sigue tres principios básicos:
- Reducción de la demanda energética: estrategia pasiva, vinculada a la envolvente térmica. La reducción de la demanda se logra también con la gestión adecuada de la ventilación de los espacios interiores.
- Uso de instalaciones con máxima eficiencia: estrategia activa, considera el uso de instalaciones con la mayor eficiencia energética posible teniendo en cuenta que el consumo de energía es el resultado de la relación existente entre la demanda del edificio y el rendimiento de sus instalaciones.
- Uso de energías renovables: la satisfacción de la demanda mediante el uso de fuentes de energía renovables y limpias.
Mejorar la eficiencia energética en edificios antiguos busca reducir el consumo energético en general. Para ello, se toman medidas como el cambio del modelo de alumbrado, optimización de los espacios, recubrimiento o revestimientos más eficientes.
¿Cómo se puede Mejorar la Eficiencia Energética en Edificios Antiguos?
Cuando se decide reformar un edificio, es importante pensar en cómo mejorar la eficiencia energética de los edificios antiguos. En este tipo de edificios se cuenta con unos parámetros previos que pueden dificultar la instalación de medidas eficientes.
Por ello, el primer paso es realizar un buen análisis de la estructura de los espacios disponibles para mejorar la eficiencia. Se han de valorar cuáles pueden ser las medidas más acertadas para conseguir el objetivo y vale la pena analizar de manera clara qué propuestas permitirán un mayor ahorro energético.
Tampoco se deben olvidar las propuestas medioambientales. Pero, en ambos casos, se debe tener en cuenta la amortización que se desee conseguir.
Rehabilitación eficiente de edificios antiguos
La rehabilitación energética es el conjunto de acciones que se pueden realizar en un edificio o vivienda para incrementar su eficiencia energética. Es decir, optimizar la energía que se consume, de manera que usemos la mínima necesaria para nuestro bienestar.
Con una rehabilitación energética se consiguen 3 objetivos:
- Reducir la factura eléctrica. Ya que no necesitaremos tanta energía para tener el edificio perfectamente climatizado en cualquier época del año.
- Realizar un consumo responsable de energía y producir una menor emisión de CO2. Lo que permite, además del ahorro anterior, luchar contra el cambio climático y conservar el medio ambiente y los recursos energéticos.
- Aumentar el valor y la habitabilidad de una vivienda, con la ganancia en calidad de vida y salud que implica.
¿Por qué es Importante la Rehabilitación Energética?
En los últimos años, la eficiencia energética de una vivienda se ha convertido en un tema crucial. Tanto, que la certificación energética de los edificios y casas se ha vuelto un requisito imprescindible para su alquiler o venta.
No tener dicho certificado, o falsear la eficiencia energética de una casa puede dar lugar a sanciones. Además, la concienciación actual en cuanto al ahorro de energía está poniendo de manifiesto la importancia de la rehabilitación energética, ya que los edificios antiguos no se construían con esa eficiencia en mente.
De hecho, más de la mitad de los edificios construidos en España son anteriores a la década de los 80.
El problema es que, en aquella época, los aislamientos y materiales no eran demasiado eficientes. Por eso, los certificados energéticos, en muchos casos, no obtienen buena calificación por sus problemas de derroche de energía. La solución es la rehabilitación energética.
Por todo esto, desde la administración pública también se está incentivando. No solo con las obligaciones de certificación, sino también con ayudas para la rehabilitación energética, como veremos más adelante.
Pero, más importante aún que las obligaciones con la administración, es la posibilidad de reducir la factura de electricidad en el edificio, además de contribuir a luchar contra el calentamiento global y un mundo más limpio.
Las principales opciones que se le pueden ofrecer parten de las siguientes ideas: Aislamiento térmico en fachadas y envolvente térmica, incorporar acristalamientos dobles con cámara de aire o colocar doble ventana, sustitución de los equipos de ACS y climatización por otros más eficientes, así como instalación de energías renovables.
Aislamiento Térmico en Fachadas y Envolvente Térmica
La mejora del aislamiento térmico conlleva las siguientes ventajas para una vivienda:
- Reduce las pérdidas de calor o frío de la vivienda, y por tanto la energía necesaria para calentar o enfriar la misma, reduciendo el consumo de energía.
- Mejora el confort asegurando una temperatura interior más homogénea.
- Previene la creación de condensaciones, moho y humedades.
- Aumenta el valor añadido de la vivienda, al mejorar su calidad energética.
- Al reducir el consumo energético se reducen además las emisiones de gases de efecto invernadero, y por tanto teniendo un comportamiento ambiental más sostenible.
El aislamiento se puede realizar de manera interna o externa, ambos métodos pueden llegar a provocar una modificación estética. El aislamiento puede aplicarse a diferentes partes del edificio.
- Aislamiento de fachadas. Se aplica aislamiento térmico en los muros del edificio, ya sea en el exterior del mismo, interior o inyectado en la cámara de aire. En función de la orientación del edificio (enlace) puede requerirse un aislamiento más riguroso en la fachada norte (viviendas de climas fríos) o de la fachada sur ( viviendas de climas cálidos).
- Aislamiento de cubierta. Se aplica aislamiento térmico en la cubierta del edificio, siendo recomendable acompañar el mismo con su impermeabilización.
- Aislamiento de suelos y techos. Recomendable en aquellas situaciones en las que estén en contacto con el exterior o zonas no habitables, como garajes, rampas de acceso, o trasteros.
- Aislamiento de tabiques interiores. Recomendable en aquellas situaciones en las que estén en contacto con zonas comunes no climatizadas u otras viviendas.
- Aislamiento de instalaciones y tuberías. En ambientes especialmente fríos es recomendable el aislamiento de instalaciones y tuberías, evitando la pérdidas energéticas durante el funcionamiento de las mismas, especialmente si se ubican o circulan por el exterior.
En el siguiente vídeo se puede observar como el aislamiento térmico de los edificios es un factor fundamental para obtener el mayor grado de ahorro energético en la vivienda, aumentando su resistencia tanto al paso del frío como del calor.
Incorporar Acristalamientos Dobles con Cámara de Aire o Doble Ventana
El doble acristalamiento está compuesto por dos o más hojas de cristal separadas por una cámara de aire deshidratado o gas. De esta forma puede ofrecer un aislamiento térmico y acústico más eficiente.
No sólo las hojas de cristal del doble acristalamiento influyen en el aislamiento que queramos obtener, sino también el espesor de la cámara de aire ya que, por lo general, cuanto mayor es el espesor del espacio entre ambos, mayor será el aislamiento, y por lo tanto, mayor eficiencia energética y más ahorro.
Mayor eficiencia energética, porque se reduce la pérdida de energía y aumenta el confort térmico. Más ahorro económico, al no necesitar más calefacción o aire acondicionado. No existe una distancia concreta que nos dé la mejor de las fórmulas, pero el espesor más óptimo de la cámara es el de 16mm.
La doble ventana es la posición de una ventana en la parte interna o externa de la ventana ya existente. La doble ventana, por tanto, la forman dos ventanas independientes, cada una colocada con su propio marco y bastidor.
Es un sistema eficiente para lograr el aislamiento del hogar, pero no el mejor. Reduce las filtraciones por conducción y convección y los puentes térmicos (hasta el 3 W/m² °C).
La pérdida de calor del edificio se reduce, debido a que la cámara de aire existente entre ambas ventanas actúa como aislante, para impedir que entre el frío y se pierda el calor de la vivienda.
Sustitución de los Equipos de ACS y Climatización por otros más Eficientes, así como Instalación de Energías Renovables
A la hora de elegir un sistema de calefacción eficiente para el edificio son varios los factores que se deben tener en cuenta. En la actualidad existen diversos sistemas de calefacción eficientes y ecológicos que permiten conseguir un importante ahorro en la factura energética, pero antes se debe valorar qué combustible utilizar ante las necesidades del edificio.
Uno de los sistemas de calefacción más eficientes es la aerotermia, tecnología que extrae la energía del aire a través de una bomba de calor, por lo que tiene consideración de energía renovable.
También una buena opción son las calderas de biomasa, las cuales funcionan con pellets como combustibles, un biocombustible que se obtiene a través de residuos de la madera.
Otra opción serían las calderas de condensación a gas, ya que estos equipos ofrecen un mayor rendimiento y un menor consumo de combustibles fósiles, lo que se traduce en menos emisiones de CO2 y un ahorro importante en la factura de gas.
La energía fotovoltaica a través de placas solares genera la electricidad necesaria para la iluminación, electrodomésticos e incluso para cargar las baterías de un coche eléctrico o una bicicleta.
No son muy comunes en edificios residenciales, aunque en comunidades de propietarios pueden utilizarse para generar la electricidad de las zonas comunes, ascensor, luz en los descansillos, garaje, etc.
Actualmente existen posibilidades de instalar pequeños generadores de energía eólica. Este tipo de instalación puede ayudar a generar electricidad y reducir así la factura de la luz en comunidades donde no es usual su instalación.
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